Casa de campo que requería una rehabilitación integral. La nueva distribución se adapta a las necesidades de una vida moderna y funcional, conservando la esencia del estilo rústico de una casa de campo. Se mantienen y rehabilitan elementos estructurales tan característicos como son la piedra y la madera que marcan el paso del tiempo y mantienen el sello rústico propio de las antiguas masías. Los nuevos espacios abiertos y amplios más propios de nuestro tiempo, permiten incorporar la luz natural al interior y abrir la casa a la zona ajardinada del exterior. Esta atmósfera campestre, convive con modernos materiales que se utilizan en el diseño de los baños y cocina. La fusión de espacios, elementos modernos combinados con muebles antiguos, viejos armarios restaurados y diferentes piezas rústicas, convierten esta vivienda en una confortable casa unifamiliar situada en medio del campo.